Este tipo de cáncer que afecta a glándula tiroidea, puede producirse más frecuentemente ante determinados factores de riesgo y uno de ellos, podría ser pertenecer al sexo femenino.
Te invitamos a conocer más en la siguiente nota.
La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en la parte frontal del cuello, debajo de la laringe y cerca de la tráquea. Su principal labor es producir las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), muy importantes para el metabolismo, la regulación de la frecuencia cardíaca y la actividad cerebral.
El cáncer de tiroides es el tumor endocrino más frecuente, su incidencia es de aproximadamente 8 casos por 1000 habitantes al año, siendo más prevalente en mujeres, su forma de presentación es como un nódulo tiroideo palpable o pesquisado en un estudio de imagen de cuello.
¿Quiénes están más propensos a tener cáncer de tiroides?
Para que una persona desarrolle un cáncer de tiroides, pueden existir o no factores de riesgo. Sin embargo, quienes los presentan, tienen mayores probabilidades de padecerlo en algún momento de su vida.
Entre los principales factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de tiroides, están:
Sexo y edad: el cáncer de tiroides es más común en mujeres que en hombres. Además, la edad es un factor de riesgo, ya que la mayoría de los casos se diagnostican en personas mayores de 30 años.
Factores hereditarios: si tienes antecedentes familiares de cáncer de tiroides, especialmente en padres, hermanos o hijos, puedes tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Radiación: la exposición a la radiación en la cabeza y el cuello, especialmente durante la infancia, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides. Esto puede deberse a tratamientos de radioterapia previos en esa área o a la exposición a radiación ambiental en ciertas zonas geográficas.
Nódulos tiroideos: la presencia de nódulos o bultos en la tiroides, especialmente aquellos que son grandes o que causan síntomas, pueden aumentar las probabilidades de cáncer de tiroides, se estima que más del 50% de la población presenta nódulos a lo largo de su vida.
Dieta y exposición a yodo: una dieta deficiente en yodo puede aumentar el riesgo de cáncer de tiroides, especialmente en regiones donde la deficiencia de yodo es común.
Historial de bocio: el bocio es un agrandamiento anormal de la tiroides, y las personas con antecedentes de esta condición pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer en ese órgano.
¿Cómo contribuir a la detección precoz?
El cáncer de tiroides es el cáncer de tipo endocrinológico más frecuente a nivel mundial, sobre todo en mujeres de edad mediana y avanzada.
A través de una ecografía de tiroides, examen ambulatorio que se realiza con ultrasonido, es posible detectar cambios a nivel estructural, es decir, la presencia de nódulos, tumores, irregularidades en el tamaño de la tiroides y en los ganglios linfáticos cercanos a esta glándula.
También, para evaluar cambios a nivel funcional, el médico puede recomendar análisis de sangre que revelarán cómo está segregando la tiroides sus hormonas, entre otros aspectos.
Realizarte una ecografía de tiroides anualmente, sobre todo si tienes factores de riesgo, puede ser fundamental para detectar el cáncer de tiroides precozmente. ¡Agenda hoy tu control con nuestros médicos especialistas de Andes Salud!
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